"Die Zeit des Philosophierens ist vorbei". Bajo ese título publica el diario alemán TAZ. Die Tageszeitung la entrevista realizada por U. Herrmann al filósofo alemán E. Tugendhat, profesor emérito de la Universidad de Tübingen. Tugendhat empezó su trabajo filosófico bajo la influencia fundamentalmente de Husserl y de Heidegger, sirvió como mediador en el mundo académico alemán de la filosofía analítica y ha dedicado muchas de sus últimas obras a la discusión ética.
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En esta entrevista Tugendhat explica las motivaciones de su última reconsideración y recuperación de la mística (cfr. Egozentrizität und Mystik, 2003), su comprensión del quehacer filosófico contemporáneo, su tematización de la "angustia ante la muerte", etc. Pero, sobre todo, son de especial interés sus declaraciones sobre su relación con la filosofía de Heidegger y su defensa de la reflexión filosófica - especialmente en ámbitos como la ética- frente a la intervención de las nuevas ciencias biológicas, cognitivas y neurológicas.
En la entrevista admite Tugendhat haber comprendido su labor filosófica como un intento de "superar" a Heidegger, con quien estudió en Friburgo a su vuelta a Alemania en 1949, y con quien pudo aún discutir su crítica de la noción heideggeriana de verdad. De nuevo en relación con Heidegger, comenta que la editorial C.H. Beck le propuso escribir un libro sobre Ser y tiempo. Su postura fundamentalmente crítica en relación con Heidegger se lo habría impedido: "siempre he creído - comenta Tugendhat- que había en él algo deshonesto. En lo personal y político por supuesto, pero también en lo filosófico" ("Ich glaube, dass er etwas Verlogenes hatte. Menschlich-politisch allemal, aber auch im Philosophischen.") Algo que cifra, fundamentalmente, en la pérdida de la dimensión crítica efectuada por su noción de verdad, en la que, como Unverborgenheit, ya no se le puede contraponer esencialmente un concepto de falsedad. Para Tugendhat, en Heidegger no tiene lugar un concepto de falsedad o no-verdad (Unwahrheit). Esa es la razón de su rechazo a la hora de escribir un libro sobre Ser y tiempo, "para escribir un comentario a un libro -declara Tugendhat- uno tiene que mantener una relación primariamente positiva con él." Y su comentario podría resultar "demasiado destructivo".
La ruptura con un proceder propiamente fenomenológico, como el de Husserl o Heidegger, la asume Tugendhat a partir de su descubrimiento de la filosofía analítica y su contacto con el mundo filosófico anglosajón: "Allí descubrí que con la filosofía analítica podían explicarse más fácilmente cosas para las cuales Husserl habría hecho algunos inventos como la intuición categorial. Esa fue para mí una importante ruptura metódica (Das war für mich ein sehr großer methodischer Einbruch). Permanecí aferrado a planteamientos de Heidegger, pero no seguí fascinado por él. Heidegger intentó aplicar sus conceptos metafísicos a Aristóteles. Por contra, yo quise mostrar que Aristóteles ya se dirigía a una filosofía analítica del lenguaje (sprachanalytische Philosophie)." En la entrevista se explican además las razones por las que Tugendhat rechaza la mayoría de las aplicaciones que desde la investigación científica sobre la conducta o el cerebro se pretenden poner en juego en las discusiones éticas y filosóficas. "Yo mismo soy un naturalista, veo al hombre como parte de la evolución biológica. Sin embargo, de lo que se hace en las ciencias biológicas en relación con el hombre hay muy poco que sea significativo." El papel de la filosofía a la hora de discutir nociones como la de libertad no queda clausurado con la aparición de disciplinas científicas como la neurobiología, etc. Esto, por otra parte, no quiere decir que hubiera un conocimiento filosófico seguro: "El deseo de sostenerse en un suelo asegurado es el resto de una conciencia autoritaria. Es una reliquia de aquellos tiempos en los que se creía poder recibir de los dioses todo lo esencial mediante la revelación."
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En esta entrevista Tugendhat explica las motivaciones de su última reconsideración y recuperación de la mística (cfr. Egozentrizität und Mystik, 2003), su comprensión del quehacer filosófico contemporáneo, su tematización de la "angustia ante la muerte", etc. Pero, sobre todo, son de especial interés sus declaraciones sobre su relación con la filosofía de Heidegger y su defensa de la reflexión filosófica - especialmente en ámbitos como la ética- frente a la intervención de las nuevas ciencias biológicas, cognitivas y neurológicas.
En la entrevista admite Tugendhat haber comprendido su labor filosófica como un intento de "superar" a Heidegger, con quien estudió en Friburgo a su vuelta a Alemania en 1949, y con quien pudo aún discutir su crítica de la noción heideggeriana de verdad. De nuevo en relación con Heidegger, comenta que la editorial C.H. Beck le propuso escribir un libro sobre Ser y tiempo. Su postura fundamentalmente crítica en relación con Heidegger se lo habría impedido: "siempre he creído - comenta Tugendhat- que había en él algo deshonesto. En lo personal y político por supuesto, pero también en lo filosófico" ("Ich glaube, dass er etwas Verlogenes hatte. Menschlich-politisch allemal, aber auch im Philosophischen.") Algo que cifra, fundamentalmente, en la pérdida de la dimensión crítica efectuada por su noción de verdad, en la que, como Unverborgenheit, ya no se le puede contraponer esencialmente un concepto de falsedad. Para Tugendhat, en Heidegger no tiene lugar un concepto de falsedad o no-verdad (Unwahrheit). Esa es la razón de su rechazo a la hora de escribir un libro sobre Ser y tiempo, "para escribir un comentario a un libro -declara Tugendhat- uno tiene que mantener una relación primariamente positiva con él." Y su comentario podría resultar "demasiado destructivo".
La ruptura con un proceder propiamente fenomenológico, como el de Husserl o Heidegger, la asume Tugendhat a partir de su descubrimiento de la filosofía analítica y su contacto con el mundo filosófico anglosajón: "Allí descubrí que con la filosofía analítica podían explicarse más fácilmente cosas para las cuales Husserl habría hecho algunos inventos como la intuición categorial. Esa fue para mí una importante ruptura metódica (Das war für mich ein sehr großer methodischer Einbruch). Permanecí aferrado a planteamientos de Heidegger, pero no seguí fascinado por él. Heidegger intentó aplicar sus conceptos metafísicos a Aristóteles. Por contra, yo quise mostrar que Aristóteles ya se dirigía a una filosofía analítica del lenguaje (sprachanalytische Philosophie)." En la entrevista se explican además las razones por las que Tugendhat rechaza la mayoría de las aplicaciones que desde la investigación científica sobre la conducta o el cerebro se pretenden poner en juego en las discusiones éticas y filosóficas. "Yo mismo soy un naturalista, veo al hombre como parte de la evolución biológica. Sin embargo, de lo que se hace en las ciencias biológicas en relación con el hombre hay muy poco que sea significativo." El papel de la filosofía a la hora de discutir nociones como la de libertad no queda clausurado con la aparición de disciplinas científicas como la neurobiología, etc. Esto, por otra parte, no quiere decir que hubiera un conocimiento filosófico seguro: "El deseo de sostenerse en un suelo asegurado es el resto de una conciencia autoritaria. Es una reliquia de aquellos tiempos en los que se creía poder recibir de los dioses todo lo esencial mediante la revelación."
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Entrevista a Ernst Tugendhat en alemán (TAZ)
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(via Eidos)
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4 comentarios:
En algunos libros del Sr. Tugendhat
se hace referencia a Heidegger y siempre como fascista, Nazi, y pensador de segunda división; y en esta entrevista no podía ser menos.
Parece ser que el Sr. Tugendhat
tiene con Heidegger una obsesión patológica. Digo patológica, porque hay muchos otros que no
comulgan con Heidegger, pero no
mantienen con él esa relación
obsesiva, tratándolo como a un perro muerto y acusándole continuamente de ser alguien manchado éticamente.
Como yo sólo tengo el Bachiller,
y no puedo competir con el Sr. Tugendhat en "sabiduría" intelectual, voy a tratar aquí
del tema de la ética, que es de lo
que se enorgullece Tugendhat.
Todo pensador lleva su ansia de conocer hasta sus últimas consecuancias. Por eso tiene una especie de ansia por todo lo bello
y todo lo infernal. El hombre que piensa tiene que conocerlo todo, de un lado a otro. Ha habido quien
no ha parado hasta plantarse ante el mismísimo Diablo sólo por el gusto de hecharle un vistazo. Ese
ansia de conocerlo todo de un lado a otro es lo que Tugendhat percibió como algo "malo".
El Sr. Tugenhat sólo ha experimentado un lado porque no ha tenido valor para recorrer el otro, es decir, por cobardía.
Y es que hoy en día se llama bueno al que es un cobarde.
Pero en esta entrevista el "Sr.
Tugendhat" nos envía un mensaje subliminal. Parece que hay algo
que nos quiere transmitir por medio de todo ese montón de palabras que dicen más o menos lo mismo que nada. Y aunque le damos vueltas y más vueltas al discurso, parece que el "Sr. Tugendhat" se
nos escurre de entre las manos.
Parece ser que el "Sr. Tugendhat"
se nos escapa. Pero, vamos a ver,
hechémos un vistazo más de cerca:
la muerte se acerca...ahora viene
lo místico.... !!Acabáramos¡¡¡
!!San Ernst Tugendtadt¡¡ Ahora vemos claro lo que nos quiere transmitir.
"Sr. Tugendhat", lo veo tan impoluto, tan bueno; pero lo que
no le veo son las heridas de la lucha, la lucha por la verdad, por la vida, porque la vida siga; esas heridas que provocan un dolor como Ud. nunca ha sentido jamás, que a veces le hacen a uno cometer grandes errores. !!!Pero qué grandes errores iba a cometer Ud.¡¡ Un "Sr." que se ha pasado la
vida sentado ante una mesa y el problema más grave que ha tenido
ha sido estar frustrado porque
no sabía escribir libros de filosofía, y jodiendo a las pérsonas decentes que han luchado hasta donde un pobre diablo como "Ud" no puede imaginar.
[...]stehen sie auf aus dem
(Todes-)Schlaf und werden im
Wachen Wächter über Lebendige und
Tote.
Juan Rico Azorín
Querido Sr. Asher:
Quería decirle que estoy ya bien metido en la cincuentena, y que no
tengo ningún amor especial por Heidegger. Del Sr. empírico Heidegger no me interesa nada,
otra cosa es su pensamiento.
Cuando un pensador es decente, critica los textos de otro pensador, pero el "Sr." Tugendhat,
como muchos otros, se limitan a intentar humillarlo y difamarlo.
Y eso sí que me toca, en primer lugar, porque no es de un hombre de verdad, sino de un cobarde,
el hacer una cosa como esa: faltarle el respeto a un muerto.
Y mire otra cosa que le voy a decir, el "Sr." Tugendhat es Profesor Emérito, porque es de casa pero que muy bien,es decir,
él nació ya siendo "Profesor Emérito en sí" y ahora sigue siendo lo mismo: "Profesor Emérito en sí". A este "Sr." , como a todos esos que intentan humillar a un muerto los conozco muy bien, los he tenido encima durante toda mi vida (también Ud. niño bueno, de casa bien, con tus eructaciones y tus ínfulas, ¡me tenías que llamar Juanito!, la primera humillación empieza con un diminutivo), todavía tengo la cara sucia de los escupiutajos que me
han echado a la cara,; hasta llagas me han salido. Esa gente se dedica a machacar los huesos, los craneos, a mandar a la gente a los manicomios.
En resumen, esa gente es el ejemplo de la mas absoluta degeneración ética de nuestro tiempo.
Juan Rico Azorín
hemérito va sin h.
Ahora lo entiendo todo.
Gracias por la corrección. Efectivamente, "emérito" se escribe sin "h". El error ya ha sido corregido, gracias.
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