La editorial Palamedes, de Gerona (España) publica esta traducción de La pregunta por la cosa de Martin Heidegger. La traducción corre a cargo de José M. García Gómez del Valle.
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El traductor presenta el texto desde la página web de la editorial con las siguientes palabras:
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"La presente traducción ofrece el texto de una lección impartida por Martin Heidegger en la Universidad de Friburgo de Brisgovia durante el semestre de invierno de 1935/36 sobre «Las cuestiones fundamentales de la metafísica». En 1962 el propio Heidegger entregó a la imprenta el escrito de esta lección, que fue publicado con el título La pregunta por la cosa. Sobre la doctrina de los principios transcendentales de Kant. Tan sólo dos años después, en 1964, apareció en Buenos Aires una primera traducción de la obra. El tiempo transcurrido desde esta primera publicación en castellano de La pregunta por la cosa hacía necesaria una nueva traducción del texto – continuando así el trabajo emprendido por otros traductores e intérpretes de Heidegger encargados de traer nuevamente a nuestra lengua textos fundamentales del filósofo como Ser y tiempo, Carta sobre el humanismo o Caminos de bosque. Esta tarea venía exigida tanto más necesariamente por cuanto el corpus de textos de Heidegger ha sufrido una radical transformación en las últimas tres décadas debido a labor de edición de su obra completa. La presente traducción se realiza a partir del volumen 41 de la Gesamtausgabe, publicado en 1984 y editado por Petra Jaeger, que ha cotejado el texto con el manuscrito original de Heidegger –corrigiendo así algunos errores– y que incluye, además, un anexo con explicaciones suplementarias a algunos puntos del curso....
Obtenemos una primera noción de la importancia de esta obra en el conjunto de la producción filosófica de Heidegger cuando atendemos al hecho, en sí significativo, de que el propio filósofo eligió el texto de este curso para su publicación entre la cantidad ingente de manuscritos relacionados directamente con su actividad docente. (La segunda sección de la Gesamtausgabe, dedicada a la publicación de sus lecciones, recoge en 44 volúmenes cerca de 50 cursos.) Con La pregunta por la cosa, Heidegger presenta una de las muestras más contundentes de su quehacer filosófico. Su contenido no sólo representa la continuación y complementación de la interpretación de Kant iniciada en la década de los veinte, sino que da cuenta de los problemas filosóficos que le ocuparán a partir de los años treinta: la determinación histórica de la metafísica, la técnica como concreción de tal determinación o la obra de arte como particular mostración de la abertura del ser del ente.
Heidegger acomete la 'pregunta por la cosa' delimitando su carácter 'hermenéutico' y 'destructivo' (denominaciones que, si bien no aparecen explícitamente en el texto, podrían emplearse recurriendo a las determinaciones metódicas de Ser y tiempo y a las cuales es fiel la pregunta heideggeriana por la cosa). En este sentido, realiza un ensayo de desmontaje de la obviedad de la comprensión inmediata y cotidiana de la 'cosa' y retrae esta comprensión a sus orígenes filosóficos. Estas lecciones muestran, además, su íntimo parentesco con trabajos de la época. Así, por ejemplo, la delimitación que lleva a cabo en El origen de la obra de arte (1935/36) entre la cosa y la obra, y el trabajo hermenéutico que allí desarrolla contra la comprensión cotidiana de la cosa, encuentra en estas lecciones un mayor despliegue y profundización. Determinando esta comprensión cotidiana de la cosa como aquella que va ligada inextricablemente a la determinación del enunciado, Heidegger se propone liberar la mirada de sus ataduras constituidas por la tradición.
La segunda parte, que asume la tarea de una dilucidación del suelo sobre el que Kant acomete la Crítica de la razón pura, es una interpretación global de la constitución de la Modernidad y de la instauración de la ciencia moderna como paradigma de la comprensión general de la cosa. Aquí, Heidegger realiza una precisa interpretación en sus rasgos fundamentales de la historia de eso que denominamos Modernidad desde sus determinaciones ontológicas. Así, por ejemplo, delimita de modo certero –valiéndose de unas pocas líneas de Newton y de Aristóteles sobre el movimiento– la comprensión griega del ser frente a la moderna, o muestra cómo la comprensión matemática de la naturaleza propia de la Modernidad vincula esencialmente momentos que, se creía, eran sólo dos elementos heterogéneos de la constitución de la ciencia moderna: la experimentación y la matematización. Según expone Heidegger, recurriendo, por ejemplo, al famoso experimento de Galileo en la Torre de Pisa, sólo allí donde se determina el ser del ente desde la 'proyección matemática de la naturaleza' tiene cabida el experimento.
La tercera parte, en la que entra a trabajar ya sobre el material kantiano, es tanto una ampliación como una revisión de sus estudios anteriores sobre el filósofo de Königsberg, centrada esta vez en la manera en la que Kant elabora filosóficamente la constitución del objeto.
La intención que ha guiado esta traducción ha sido la de presentar un texto legible y accesible, que se corresponda de alguna manera con el tono y el estilo de lo que originalmente eran unas lecciones, a pesar de que la traducción no pueda –ni pretenda– escamotear al lector las dificultades propias del asunto mismo y de las formulaciones de Heidegger. La traducción sigue la edición de la Gesamtausgabe e incluye un anexo con explicaciones suplementarias del filósofo, un epílogo de la editora, P. Jaeger, así como un glosario y notas al texto del traductor."
vid. página web de Editorial Palamedes
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vid. José M. García Gómez del Valle: "Sobre 'La pregunta por la cosa' de Martin heidegger"
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Mi enhorabuena al traductor por un trabajo tan laborioso y meritorio.
ResponderEliminarDicke Dinge
ResponderEliminarFelicidades:
ResponderEliminarAl fin podremos saber nuevas cosas sobre la cosa.
Ahora en serio, muchas gracias, podremos disfrutar mucho de tu traducción que, seguro, es muy buena.
Saludos.
La semana pasada, de paso por un librería de segunda mano (Tenifer, conocida también por el hacedor de este sitio web) me encontré sorprendentemente con la edición argentina de Die Frage nach dem Ding. Tal vez el reciente traductor de esta obra sepa orientarme acerca de las deficiencias que él encontró en esta primera y ya vieja edición en castellano.
ResponderEliminarSaludos
¡Enhorabuena!
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